El hombre siempre será un enigma para el hombre mismo. Es la maldición de la paradoja de ser el ser pensante y cognoscente por excelencia, pero no poder descubrirse a plenitud, precisamente por ser tan mutable. Ahora bien, si el hombre es inalcanzable para sí mismo, también lo es la realidad, pues ésta cambia junto con la percepción que el hombre tenga. “En la época de la biotecnología y de la difusión a nivel mundial a través de los medios de comunicación ya no se pueden mantener concepciones ingenuas en torno a la caracterización de de la actividad científica, sobre todo cuando el impacto económico de la investigación científica es considerable, sin mencionar su influencia ideológica y política”. J. Echeverría 1993. En el aquí y ahora la necesidad de conocimientos validados por la ciencia la ha transformado no sólo en una actividad propia de un grupo selecto y minoritario, reducido a sus cuarteles, generando conocimientos para sí mismos o para sus pares. La actualidad reclama una actividad científica que vaya con el frenesí que sus propios logros generaron, porque gran parte de lo que somos, nos guste o no, está determinado por la ciencia. La herramienta que nos permite acercarnos a la verdad que mezquinamente nos oculta la realidad es la ciencia; para el hombre de la postmodernidad ésta es el camino para acercarse a sí mismo y a los misterios que nos rodea. Sin embargo, a pesar, que la post modernidad reclama una forma de ser amparada en la libertad plena, en la inclusión, en lo democrático, en lo actitudinal y lo emocional y hasta se valoriza lo intuitivo; la ciencia ha debido permanecer dentro de los límites que su ontología le permite; esto es la racionalidad, lo sistemático, lo metódico. Si bien es cierto que un tema de investigación puede nacer de una intuición, de un acto emocional o de una casualidad, de ninguna manera la investigación de este tema transformado en problema e hipótesis puede tener los principios del libertinaje sistémico. La ciencia reclama un método, exige una orientación racional.
Una de las formas investigativas más recurrentes en la actualidad es la correlacional. Todos los textos que tratan de esta metodología investigativa se centran en su objetivo esencial que es el de generar correlaciones significativas entre variables o conceptos de los cuales se pueda extraer una información que pueda ser interpretada y validada a través de criterios estadísticos apropiados. Es relevante hacer notar que este método de investigación surge de dos aspectos a considerar:
- El estado de conocimiento.
- El enfoque de estudio.
Cuando el científico se enfrenta al trabajo de llegar a una verdad debe seleccionar un método de investigación, sin embargo, para esto requiere, previamente, levantar un estado de conocimiento respecto del tema a investigar. Para ello se habla de consultar la literatura ya existente. Así, el científico, debe acercarse al material que se encuentra a su disposición en forma de reportes, ensayos, monografía, artículos, tesis, entrevista directa con especialistas, etc., en definitiva, cualquier discurso o texto que entregue información acerca del tema a tratar. Es aquí donde el científico debe saber seleccionar aquello que está validado como conocimiento comprobado, por tanto, puede ser utilizado como elemento de juicio frente al problema a solucionar; de aquella información irrelevante, simplista y sin base comprobatoria, pura opinología inconducente. El estado de conocimiento implica valorar los conocimientos encontrados, asegurarse de la calidad de estos, lograr clasificarlos en teóricos, aplicados, comprobables, comprobados, etc. Ahora bien, dependiendo de lo encontrado el científico debe determinar qué tipo de investigación debe realizar.
Cuando encuentra, en la literatura consultada un estado de conocimiento fiable, pueden surgir posibles variables que estén en condiciones de ser correlacionadas o abiertamente aparecen correlaciones entre variables o conceptos que puedan ayudarle a complementar, ampliar o perfeccionar su investigación. El estado de conocimiento ha orientado el trabajo científico hacia la metodología correlacional. Empero, puede ocurrir que el estado de conocimiento dé a luz que el o los problemas que se pensaban trabajar ya habían sido realizados y de manera bastante clara y profunda, esto implica que necesariamente se debe o cambiar el problema o cambiar el enfoque del estudio. Se puede mantener, entonces el problema pero se le mirará de otra perspectiva, asegurando así otros resultados que pueden complementar y profundizar lo existentes. Básicamente son dos los enfoques metodológicos que se usan con más frecuencia: el enfoque cuantitativo y el cualitativo.
El enfoque cuantitativo tiene como meta la medición numérica de las correlaciones alcanzadas, así los resultados se traducen en estadísticas que reflejan las diferentes tendencias que son deducibles de la correlaciones realizadas. Lo que interesa aquí es que los resultados numéricos confirmen la idea o hipótesis de trabajo y al mismo tiempo valide el criterio estadístico utilizado. Las interpretaciones de la información numérica o dato duro es relevante en cuanto la correlación no haya sido espuria y los controles matemáticos y estadísticos respondan a la metodología planteada. Un enfoque cualitativo intenta recolectar datos y darles un sentido general, hay una pretensión más descriptiva de los fenómenos observados o, en este caso, de las correlaciones realizadas. El fruto de una investigación cualitativa es la construcción de una visión general de las variables correlacionadas. Como se puede apreciar, objetivamente, este enfoque podría dejar espacio a cierta dosis de subjetivismo en el momento de la interpretación de las correlaciones, pues como lo que se maneja está más a nivel de disquisición racional y fundamentada, pero sin la necesidad de lo estadístico, bien podría caerse en lo tendencioso, en la manipulación de los datos obtenidos: creemos que este enfoque podría ser más eficiente en un tipo de investigación exploratoria por su intención de acercarse a un objeto o problema prácticamente desconocido, en donde todo lo recolectado puede ser de interés.
Conviene aclarar que el concepto de enfoque metodológico también se entiende como un cambio de perspectiva frente al trabajo, por ejemplo si alguien quiere correlacionar lo social/ familiar con el comportamiento del alumno en la sala de clase y se percata que esta perspectiva esta ya trabajada, puede enfocar su trabajo buscando otra variable para correlacionar, por ejemplo: lo social respecto del grupo de pares de su barrio y su comportamiento en la sala de clase. Como se puede apreciar este cambio de perspectiva respecto del mismo problema, también implica un foco nuevo para la investigación con posibilidades de generar aportes en la solución de un mismo problema.
Reiteremos, dependiendo del estado de conocimiento y del enfoque metodológico se nos impulsa a elegir un método de investigación, en este caso, si hay presencia de posibles vinculaciones valiosas , la metodología que corresponde es la correlacional, cuyas funciones esenciales se pueden sintetizar: a) saber el comportamiento entre variables correlacionadas, b) determinar el valor proyectivo de esta correlación, c) permite medir estas relaciones con un criterio estadístico, d)no necesariamente entrega relaciones de causalidad, e) en ocasiones no se pueden controlar ni manipular variables independientes, f) elimina toda correlación espuria o falsa, g) los resultados son temporales, ya que al cambiar el contexto estudiado las correlaciones variarán también.
En conclusión: el método científico es la forma que la ciencia de trabajar. Hay varias formas investigativas. Una de ellas es la metodología correlacional que pretende iniciar sus trabajos a partir de una serie de variables que puedan ser correlacionadas y de las cuales de pueda interpretar un conocimiento valioso y validado. Para que el investigador pueda seleccionar este modo investigativo debe levantar un estado de conocimiento, es decir, recolectar toda la información que exista en la literatura respecto del tema. Si descubre que hay variables que podrían correlacionarse para la obtención de conocimientos relevantes puede optar por la metodología correlacional. Sin embargo, puede que lo que el investigador se haya planteado como problema esté ya trabajado, allí debe cambiar de enfoque o perspectiva de modo de no perder su tiempo. Como se puede apreciar el valor del estado del conocimiento y del enfoque de investigación radica en que permiten seleccionar la metodología de investigación y darle una dirección determinada.
Nos parece relevante terminar con esta cita, pues nos hace sentido con lo planteado al inicio de este ensayo: “ Hoy en día, aún seguimos anhelando saber por qué estamos aquí y de dónde venimos. El profundo deseo de la humanidad es justificación suficiente para continuar nuestra búsqueda.” S Hawking.1989.
Referencias.
ECHEVERRÍA.J : “El Concepto de Ley Científica” , aparecido en La Ciencia estructura y Desarrollo” de ULISES MOULINES. Editorial Trotta. Madrid, 1993.
HAWKINS. S.W : Historia del Tiempo. Editorial Crítica. Barcelona 1989