Comprendiendo a nuestros estudiantes. (Ensayo Educacional Breve)


Mirando a los estudiantes…

En más de una ocasión se escucha decir que antes los alumnos eran más respetuosos, más acatadores, menos respondones, que tenían un lenguaje bastante más apropiado. Eso era antes. La realidad se mueve todo cambia: los alumnos y, nosotros también.

Cuando se busca responsables del comportamiento disruptivo lo más básico y simple es acusar a las familias, diciendo que son ellas las irresponsables que no han entregado los hábitos sociales que les permitan a los hijos comportarse de la forma más deseable.

Culpar a la familia de los comportamientos antinormáticos de los jóvenes puede ser aceptado como causal, sin embargo, no es la única razón. No existen los problemas monocausales.

En uno de los escritos de Zygmunt Bauman, el gran filósofo y sociólogo polaco, plantea las  características centrales del tipo de relaciones que el mundo postmoderno utiliza en sus relaciones sociales y afectivas (1). Según este autor la sociedad es la que ha sufrido las mayores transformaciones que han afectado el concepto y las dinámicas familiares y, por supuesto, el comportamiento individual. Los comportamientos parecieran no ser moldeados exclusivamente por la familia, sino que es la sociedad la que influye en las conductas familiares lo que lleva a que cada individuo sea marcado de alguna manera.

Este estudioso plantea que la entronización del Neoliberalismo como forma estructural de la economía ha transformado las dinámicas amorosas tradicionales de la familia adaptándose a los postulados del capitalismo.

La brutalidad del capitalismo propuesto por la escuela de Chicago con Milton Friedman a la cabeza ha logrado que la familia sea una máquina productiva que sólo pretenda obtener recursos para poder sobrevivir dentro del canibalismo competitivo que se ha inoculado en las sociedades globalizadas.

La necesidad de trabajar  por sobre los bienes de orden espiritual, cultural, religiosos, estéticos han provocado la naturalización de la competencia como vehículo de éxito. Pero cuando se compite siempre alguien pierde y alguien gana. Esta dinámica ha insensibilizado a los jóvenes con sus propios gustos y realidades, pues por sobre la verdadera vocación se piensa en aprender en algo que sirva, y ese algo sirve cuando deja jugosos dividendos.

Uno de los estamentos más afectado por esta cuestión son los jóvenes. Y son los más vulnerables los sufren esta realidad:

  1. Familia en donde la presencia de los padres es escasa pues deben trabajar y no existe un tiempo de calidad entre ellos.
  2. Naturalización del distanciamiento entre padres e hijos, siendo la gran justificación el “deber trabajar”.
  3. La dinámica de la entrega de la cultura de la generación dominante a la naciente se ha quebrado, ahora son los medios de comunicación masiva y los grupos de pares los que “moralizan” desde el hedonismo y el pragmatismo.
  4. Los valores como motivadores espirituales que inclinan nuestro comportamiento hacia el bien han desaparecido del discurso habitual. Lo que provoca que la internalización de valores (ética) sea muy débil y hasta ausente de la mirada juvenil.
  5. El trauma de vivir el shock de una dictadura que no respeto los Derechos de la ciudadanía ha generado un clamor general por el respeto de los Derechos, pero sin el manejo de su contrapartida que es el deber. Lo curioso es que se tiene muy claro que lo más importante es trabajar para poder vivir bien, pensar que el vivir bien está asociado con una manera ética y moral de actuar parece una antigüedad y un mero romanticismo.
  6. El valor que dirige la vida social es el económico. Son los recursos los que mueven los procesos, no las personas. Este grado de deshumanización ha afectado a los jóvenes que cada vez se distancian más de los valores tradicionales que tanto se echan de menos , especialmente en la institución escolar: el respeto, la honradez, el rigor, el apego a la norma, etc.
  7. Nuestros jóvenes tienen el comportamiento que tienen porque hay una sociedad que les enseña cómo actuar siempre bajo la férula del trabajo; esto se hace notar en el discurso oficial de qué hay que preparar a los estudiantes para el mundo laboral. Son muy pocos los que intencionan la educación hacia la humanización como una constante y real red de lazos amorosos al estilo de lo propuesto por Humberto Maturana (2)

Por lo dicho se puede desprender que lar relaciones humanas se están mediatizando desde el sistema económico y que es el utilitarismo el que está marcando los comportamientos.

Nuestros jóvenes también se ven influenciados por esta estructura.

¿Qué solución hay desde la Educación?

  1. Profesores conscientes de las causales profundas de los problemas de los jóvenes.
  2. Discurso y acción ceñidos a una clara ética y moral profesional y personal.
  3. Mostrar, con el actuar del profesor, que se puede marcar la diferencia.
  4. Utilizar la acción pedagógica para entregar los objetivos de transversalidad que los programas exijan y cada profesor crea importante, ojalá adhiriéndose al PEI.
  5. Trabajar sin prejuicios frente al alumno vulnerable.

Pareciera que la responsabilidad de cambio recayera exclusivamente en la institución escolar y en el profesor, en particular; lo que ha terminado por agobiar a estos profesionales.

Los cambios reales permanentes en nuestros alumnos no se realizarán de un día para otro. Lo importante es recordar que el hombre aprende. Y nuestros alumnos pueden aprender a ser persona humana y que nosotros podemos aportar con nuestra ciencia y amor.

“A LOS NIÑOS Y A LOS JÓVENES ANTES QUE ENSEÑARLE  A LEER HAY QUE AYUDARLES A APRENDER LO QUE ES EL AMOR Y LA VERDAD” MAHATMA GANDHI

Referencias bibliográficas:

  1. Zygmunt Bauman : AMOR LÍQUIDO, ACERCA DE LA FRAGILIDAD DE LOS VÍNCULOS HUMANOS. Editorial Brevarios. 2003.
  2. Humberto Maturana: EMOCIONES Y LENGUAJE  EN EDUCACIÓN Y POLÍTICA. Editorial Universitaria. 1990

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