Importancia de los Procesos Cognitivos para alcanzar Aprendizajes Significativos. (Ensayo Educacional)


Introducción.

Este breve ensayo pretenderá  dar cuenta de la importancia de los procesos cognitivos para  lograr que un aprendizaje sea  significativo. Para ello comenzaremos dando una mirada general a dos características propias del humano, lo evolutivo y su capacidad de aprender, para luego entablar la relación entre ellas. Se intentará un acercamiento al  valor del pensamiento, para luego definir lo que es el aprendizaje significativo y su relación con los procesos generales de cognición,  demostrando la importancia que este vínculo implica.

Desarrollo.

Queremos destacar dos de las características más relevantes de  nuestra especie.  En primer lugar el hombre es un ser absolutamente cambiante, es decir, no se mantiene en quietud, hay en él la chispa del cambio, el hombre es puro devenir. Evolucionamos, ese es el término preciso. Queremos enfocar esta evolución sólo en dos direcciones: Lo biológico y lo psicológico. Desde un punto meramente biológico vamos siendo modificados por la fuerza incontrarrestable de nuestra genética que nos impele a ser diferente cada día. Nuestra biología, a través, de una serie de procesos, que aunque diversos, siempre se enfocan  hacia la meta común de permitir el desarrollo de nuestra vida; dicho de otro modo,  nuestra biología hace una realidad el  vivir a nuestro cuerpo. Así, el tiempo, más el ambiente y nuestra biología nos transforman, el viejo algún día fue niño, el enfermo estuvo anteriormente sano, el postrado puede sanarse. 

Psicológicamente la evolución está marcada por la adquisición de los múltiples elementos cognitivos.  Lentamente, siguiendo el curso de las etapas de desarrollo respectivas las personas comienzan el largo camino de la adquisición de habilidades y destrezas.  Son capaces de generar pensamientos cada vez más complejos, primero gobiernan lo concreto, aquello que es palpable y que puede ser visto y sentido, hasta poder manipular información y construcciones conceptuales de absoluta abstracción. Llega en algún momento de su vida  a tener la madurez suficiente para utilizar, para mejorar su vida y la de su medio, una serie de herramientas de pensamiento o cognitivas. Piaget fue esencial para la comprensión de este proceso.

 Otro rasgo relevante propiamente humano, es que el hombre siempre aprende, quiéralo o no está aprendiendo. Todos los días, bajo el imperio de la educación formal o la simple experiencia azarística,  alguna conducta o comportamiento se incorpora como permanente, pasando a ser parte del caudal  de lo aprendido, incluso, el  aprendizaje pueden llegar a ser significativo. Desde el amarrarse los cordones de los zapatos hasta la construcción de una estructura ideológica o de un sistema filosófico es puro aprendizaje. De hecho, el mayor constructo que el hombre aprende es la cultura  y con ella aprende el aprender. El potencial de aprendizaje es activado por el sistema cultural que se protege a sí mismo haciendo que el hombre se interese por aprender. El peor de los males  para la humanidad, hipotéticamente, consistiría en perder este paradigma cultural, el atraso y la animalidad harían de las suyas.

Ambas realidades humanas están ligadas. La evolución biológica provoca la madurez neurológica necesaria para poder activar la cognición que permite la transformación de la información en conocimiento y en aprendizaje. Se desprende de lo dicho que los procesos de evolución, de cambio, van aparejados con la adquisición de habilidades de pensamiento que llegan a nosotros conciente o inconcientemente. Los procesos cognitivos pueden ser adquiridos con plena conciencia del aprendiz, esto generalmente ocurre bajo el alero de la educación formal y en una etapa del desarrollo en donde la madurez  permita el interés y la motivación por esta realidad íntima del psiquismo humano. Sin embargo, en la mayoría de los casos, y por razones bastante naturales los procesos cognitivos son aprendidos por el empuje de la experiencia. El niño, por ejemplo, se ve ante un problema y busca la forma de resolución más apropiada. Por cierto, que puede haber una serie de intentos antes de dar con el proceso correcto. Asoman los procesos como percepción de la realidad, evaluación de ésta y selección de intervención  sobre el problema. Dependiendo de los resultados, especialmente de los grados de satisfacción que se obtengan, los procesos cognitivos utilizados pasan a ser parte de la estructura  de pensamiento del niño.

Es bastante común que desde la cultura formal u oficial surjan constantemente mensajes en torno a la validez del  “saber pensar”, es decir, hay una intencionalidad del pensamiento, de intelectualizar la vida, de jerarquizar las funciones humanas poniendo en primer lugar lo cognitivo. Saber pensar, pensar en el pensamiento, realizar el llamado metapensamiento es parte de una constante cultural.

Así como lo propio del pez es nadar con perfección, lo propio de la flor es ser hermosa, o lo propio de la nube es estar en el cielo, lo propio del hombre es pensar. No queremos dejar la impresión que el pensamiento es innato o un fruto puramente biológico, si bien es cierto, esta base es incuestionable, también está presente el ambiente  desafiante que induzca, que lleve a la utilización de esta herramienta. Perfectamente se podría decir   que   “…está la urgente necesidad de adquirir un pensamiento crítico que permita interactuar de una manera adecuada en una sociedad plural, con fronteras abiertas, en el ámbito de actividades humanas que se rigen mediante códigos múltiples y en el contexto de una sociedad del conocimiento permeado por la informática, lo que requiere su comprensión, análisis, síntesis,  evaluación y renovación; además  un pensamiento crítico bien formado y articulado es el mejor escudo con el que se puede contar contra toda clase de abusos, mismo que será producto de un pensamiento desarrollado y de un elevado rigor intelectual.” (Boisevert . 2004) (1) Antes del extraordinario desarrollo de las ciencias y con ello del  avance en la calidad y profundidad del conocimiento las habilidades de pensamiento eran fruto del currículum oculto, no había una intencionalidad programática ni cultural de enseñar a pensar. Al cambiar el mundo y con ello la perspectiva de la manipulación del conocimiento se hizo necesario estudiar con criterio científico los elementos propios del pensamiento, su formación, sus métodos y estructuras. El pensamiento se ha convertido en una herramienta de la que se debe tener conciencia. Ya no se es inteligente por simple herencia, ahora se comprende que ser inteligente es una capacidad de nuestro pensamiento y, por lo tanto, es educable.

Asoma aquí otra situación interesante y es la relación que  surge entre la educación como sistema formal y los procesos cognitivos. Hasta hace muy poco el proceso educativo estaba sujeto a la perspectiva conductivista, es decir, había una clara tendencia a la entronización del profesor como centro del proceso,  presencia de la nota como principal estímulo,  una fuerte  preferencia por  el contenido, la realización del programa de estudio lo era todo, la cantidad de materia pasada era criterio de calidad. En la situación actual, donde el conocimiento es extremadamente amplio y cambiante, no hay programa educacional que pueda dar respuesta a cabalidad del saber existente. Es evidente que el criterio pedagógico se debe adecuar a la nueva realidad.

El proceso educacional se ha enfrentado con una fuerte tendencia  a la ineficiencia marcada , principalmente por  lo  “poco que se aprende”. Una explicación a esta realidad está dada por el desarrollo de una cultura icónica que ha ido postergando a la cultura de la palabra. Los estudiantes han, paulatinamente, dejado la lectura, lo que antes era la principal forma de aprender ya no despierta gran interés. El profesor tradicional y con él el sistema que representa invitaban a la lectura, entregando textos, guías, apuntes  en donde estaba el saber. Agreguemos a esto el hecho que las clases eran expositivas y consistían en un discurso de erudición sobre un tema determinado, especialmente en la enseñanza media y en el mundo universitario. Como se puede apreciar el gran vínculo entre alumno y profesor era la palabra. Sin embargo, los medios de comunicación masiva y el desarrollo de la informática se han instalado como el gran referente de la entrega de información, se ha creado un nuevo paradigma en el acceso al conocimiento, destronando a la  palabra  y al discurso como elemento esencial en la práctica de aula.  Esto implica que una clase tradicional no despierta el interés del los estudiantes, hay que buscar el medio para poder enseñar no sólo para que el estudiante rinda una prueba bien, sino enseñar para la vida logrando que lo aprendido sea valioso, importante.

Un aporte relevante para generar y promover aprendizajes de calidad es el llamado Aprendizaje Significativo propuesto por Ausubel en 1983.  Principalmente, se indica que el  aprendizaje tiene como base la estructura cognitiva previa que debe relacionarse con los conocimientos nuevos. Se debe comprender que dicha estructura cognitiva previa está formada por los conceptos, ideas y juicios  que el estudiante tiene acerca de un conocimiento específico. Esto rompe la idea tradicional que el hombre siempre aprende de cero. Lo que se pretende es descubrir las experiencias y conocimientos que el alumno posee para poder construir el nuevo aprendizaje desde esta base. Lo que sabe el alumno debe ser el soporte de lo que sabrá. Recordemos  el famoso epígrafe “Si tuviese que resumir toda la psicología educativa en un solo principio enunciaría este: El factor más importante que influya en el aprendizaje es lo que el alumno ya sabe. Averígüese esto y enséñese en consecuencia” (Ausubel. 1983)  (2)

El criterio pedagógico masivo ya no sirve bajo esta perspectiva. Tradicionalmente, el profesor unifica  a los alumnos individuales bajo el término genérico de curso y aplica una metodología  de entrega de conocimientos iguales para todos, lo que significaba a la postre un aprendizaje mecánico que sólo responde a la presión de la evaluación, una vez rendida la prueba lo aprendido es olvidado, pues no es significativo para el estudiante. El aprendizaje significativo obliga al profesor a compenetrarse de las realidades cognitivas de sus alumnos y actuar teniendo como base este conocimiento.

Ahora bien, la gran característica del Aprendizaje Significativo es que se produce más que una simple relación o asociación entre los conocimientos de estructura cognitivas ya establecidas y los nuevos conocimientos, lo que realmente ocurre es un interrelación lo que hace que lo recién adquirido sea significativo, o sea, se integre a la estructura cognitiva personal. Este tipo de aprendizaje no es arbitrario, pues está ligado a lo que es el alumno y, por tanto, lo aprendido se incorpora al ser del estudiante, transformando este saber en algo sustancial, algo con significado.

Conviene aclarar que aunque el significado en el aprendizaje es un proceso individual, no excluye la posibilidad de generar  significaciones compartidas. Esto hay que reafirmarlo, pues, desde el realismo pedagógico, sería imposible generar estrategias de abordaje a los aprendizajes significativos para cada uno de los alumnos de un curso o de una institución. La realidad chilena sabe de  hacinamiento en las salas de clases lo que muchas veces provoca comportamientos alejados de la disciplina, lo que haría imposible un  acercamiento científico desde la mirada teórica de Ausubel.  El profesor deberá buscar los conocimientos homogéneos que estén presentes en las estructuras cognitivas de sus alumnos, no descartando la existencia de estudiantes más o menos desarrollados que otros, pendiente siempre de responder a las necesidades individuales.

 También es relevante comprender que el alumno debe poseer una intención o disposición de querer dar significado a los que aprende. El alumno deberá superar los procesos mecanicistas que lo llevarán hacia el facilismo de querer establecer un aprendizaje memorístico  que no le permitirán comprender el valor de lo aprendido ni a apreciar el acto mismo de aprender.  Sin embargo, si se une un material de conocimiento que sea potencialmente significativo con una disposición hacia el aprendizaje conciente, lo más probable, es que se logre establecer la interacción entre lo que se sabe y lo que se propone. Un trabajo  motivacional, por parte del profesor, se hace relevante.

Para hacer que un conocimiento se plasme en la estructura cognitiva del alumno se requieren algunos elementos esenciales; en primer lugar, el conocimiento de parte del profesor de lo que el alumno sabe  para poder establecer la conexión con el nuevo material de conocimientos, esta es una realidad externa. Pero, además, se requiere de los Procesos y Habilidades Cognitivas necesarias para poder darle significado al nuevo conocimiento.  Dichos procesos tienen por misión lograr la interconexión  entre el nuevo contenido con la estructura cognitiva ya existente.

Los procesos cognitivos son variados. Nos centraremos en aquellos que se entienden como más generales, dejando, bien en  claro, que todos, sin excepción, son absolutamente necesarios en el devenir intelectual. Primeramente, la percepción le permite al alumno seleccionar aquella información que, presentada por el profesor, es recibida por los sentidos  y organizada e interpretada por una mente interesada. La percepción es la puerta de ingreso a los estímulos que pueden generar la motivación suficiente como para lograr el anclaje de lo nuevo con la estructura cognitiva,  la percepción, por tanto, también es integradora. Por su parte, la memoria     guarda la nueva información, especialmente cuando, fruto de la significación lograda, es comprendida  plenamente. Estando en la memoria, la nueva información, puede ser presentizada y actualizada las veces que se le requiera, pasando a ser  parte del archivo de lo aprendido.  Una vez aprendido, el conocimiento con significado, es parte de nuestra estructura cognitiva lo que nos permite pensar en él, es decir, manipularlo conceptualmente, de manera tal de hacerlo sujeto activo de nuestro pensamiento. Desde la inteligencia esta nueva construcción cognitiva es utilizada para la resolución de problemas, desde los más cotidianos hasta los más complejos. El aprendizaje interviene cuando podemos buscar el nuevo conocimiento y aplicarlo en una nueva realidad, como lo sabemos, lo transferimos, lo manipulamos, le damos un uso, lo podemos verbalizar.  La significación alcanzada permite que concientemente le otorguemos valor a lo aprendido logrando calidad en el aprendizaje.

 Si el proceso educativo y la acción pedagógica realmente aplicaran  esta teoría del aprendizaje los estudiantes aprenderían más, perderían menos tiempo en procesos meramente mecanicistas, la frustración desaparecería de alumnos y  profesores. Por cierto, que los bienes propios del desarrollo que alcanza una sociedad, en donde la calidad de la educación es relevante, se dejarían ver.

Dentro del contexto nacional las diferencias de resultados educacionales  entre los sectores más favorecidos y los más vulnerables son abismantes. La educación recibida por unos está basada en la incorporación de conocimientos nuevos y desafiantes sobre una base de saberes ya conocidos . Es aquí  donde, realmente, se toman en cuenta lo que el alumno sabe, se considera esencial  la aplicación de una prueba de diagnóstico al comienzo de cada proceso y los resultados de ésta es indicativo del proceso de significación que se iniciará. En los sectores vulnerables, la contingencia social, muchas veces, transforma el aprendizaje en algo secundario; la ayuda social, realmente necesaria, por cierto, pasa a  ser lo importante. A pesar de todo hay esperanzas que la ciencia del aprendizaje, logre calar holísticamente al sistema, no sólo porque es necesario, sino porque es un acto de justicia.

Conclusiones.

  1. El hombre se caracteriza por ser evolutivo en su biología y en lo psicológico. Además, tiene la capacidad de aprender sea dentro del sistema educacional formal o como fruto de la experiencia asistemática  e informal.
  2. La evolución biológica permite la madurez neurológica que implica la utilización de procesos y habilidades de pensamiento o cognitivas que generan la adquisición, transformación y trasferencia del conocimiento.
  3. El saber pensar se hace necesario en la sociedad moderna, pues requiere de personas creativas y críticas que puedan enfrentar los desafíos de los nuevos paradigmas.
  4. La ineficiencia en la enseñanza puede ser superada por la aplicación de la teoría de los Aprendizajes significativos de Ausubel. El aprendizaje significativo es una construcción que se  realiza cuando un conocimiento nuevo se relaciona, se interconecta con los conocimientos que el estudiante ya poseía, incorporándose en la estructura cognitiva de éste.
  5. Para lograr que el nuevo conocimiento sea significativo se requiere que el profesor sepa los conocimiento, conceptos e ideas afines que están presentes en la estructura cognitiva del alumno, pero además, se debe intencionar la utilización de los procesos y habilidades de pensamiento para que este vínculo entre la estructura de base y el nuevo conocimiento sea entendido como relevante por el estudiante.
  6. El conocimiento significativo, provoca que lo aprendido se integre no sólo a una estructura cognitiva, sino que sea parte del ser del alumno.

Referencias de Notas

  1. Ausubel Novak, Hanesian. PSICOLOGÍA EDUCATIVA. UN PUNTO DE VISTA COGNOSCITIVO. Ed. Trillas México. 1983.
  2. Boisevert. J. LA FORMACIÓN DEL PENSAMIENTO CRÍTICO. TEORÍA Y PRÁCTICA. Fondo Cultura Económica 2004.

Have any Question or Comment?

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *