Qué va a ser del mundo cuando tú no estés.
Seguramente las flores se secarán y un río de sangre azul
con olor a angustia correrá por entre las rocas
que hayan resistido tu ausencia.
Las gaviotas huirán hacia los desiertos
para imaginarse que los mares los seguirán
como amante sempiterno.
Los niños no dejarán de llorar aunque sus madres
les entreguen sin tregua sus tetas lechosas.
Las nubes se esconderán detrás de la montaña
y no volverán a derretirse sobre nosotros.
El sol perderá su calor y sólo servirá para iluminar
la pena de los pobres que insistan
en comer todos los días.
Y yo escribiré un poema insulso
simplemente porque mi razón de vivir ya no está